CRIS CHAMORRO · Videógrafa de vídeos de boda bonitos
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Cerrato por vacaciones

El Cerrato Palentino es una comarca por descubrir para sentir el mundo rural en su máxima expresión. En sus pueblos y sus valles maridan a la perfección el progreso y el legado ancestral. La tranquilidad sin masificaciones, la naturaleza accesible y las infraestructuras al servicio del visitante, aseguran una estancia inolvidable. Los páramos, las plantas aromáticas, la fauna silvestre, la increíble cantidad de aves que se divisan, hacen de la comarca un lugar ideal para disfrutar de la naturaleza. Hacer deporte a pie, pasear por sus ríos, por sus puentes como el de Torquemada, el de Tariego de Cerrato o el de Cordovilla la Real, y andar en bici por sus rutas, o pista de pump track, es un lujo. El Rollo de justicia de Vertavillo, la iglesia de San Martín de Tours en Cevico de la Torre o la de Santa María La Mayor en Villamuriel, las ruinas de Santa Eulalia en Palenzuela o la iglesia más antigua de España, ubicada en Baños de Cerrato, son dignas de mención. Y el Museo del Cerrato Castellano, donde se puede conocer la cultura y la historia de esta comarca y disfrutar de una sala dedicada a las bodegas y con proyecciones en 3-D.

Discurren por parajes bravíos donde el avistamiento de aves sorprende por la variedad y abundancia y hace de esta comarca un territorio ideal para ornitólogos y aficionados. Los montes del Cerrato, entre Antigüedad y Baltanás; los Alfoces-Monte girón, en Cevico Navero; los Montes de La Tiñosa y Valle de Arranca, en Vertavillo; El Monte de Dueñas, en Dueñas, y El Monte de Torquemada, en Villamediana, son algunos de los itinerarios que están en la web (www.cerratopalentino.es) con toda la información.

Los barrios de bodegas tradicionales, únicos en Europa, algunas con más de 500 años, son el mejor exponente del Cerrato Palentino. Hay bodegas subterráneas visitables en Astudillo, Torquemada, Dueñas y Baltanás, donde se ha abierto un centro Enoturístico, que se suman a los 30 barrios señalizados en los 40 municipios de esta comarca, que hay que vivirla, olerla, beberla y comerla para disfrutar de un ‘Cerrato por Vacaciones’.